Es un mezcal tradicional de Oaxaca cuya historia se remonta setenta años atrás, en una época en donde este elixir de los reyes solo se bebía en la provincia.
Y es ahí, en un pequeño poblado de Oaxaca donde Serafín Hernández quiso aprender el arte de elaborar mezcal del bueno, trabajando de jornalero en diversas fábricas o palenques de familiares cercanos.
El conocimiento que adquirió elaborando mezcal de Matatlán lo heredó a sus hijos, quienes aprendieron los secretos para preparar esta bebida cultural.
Ahora, su hijo José Augusto, junto con sus hermanos Efraín y Hernán, elaboran 8 Víboras, mezcal artesanal que ha sido considerado el mejor destilado blanco del mundo por el San Francisco World Spirits Competition.